Desde 1993 o 1994 supe que algun dia iba a tener un problema con los rinones. En aquellos momentos, mi enfermedad renal empezo con una infeccion muy simple. Primero me di cuenta de que algo no funcionaba bien.
Durante un ensayo, no me podia sostener en pie. Un colega me llevo a casa y pensabamos que solo necesitaba descansar un poco. Sin embargo, la preocupacion de mi mujer no cesaba. Insistia en que fuera a ver a un medico. Me realizaron una prueba con ultrasonido hasta que me diagnosticaron que padecia de enfermedad renal poliquistica. !Yo ni siquiera sabia que era eso! Mi medico me derivo a un nefrologo, que me explico que se trata de una alteracion cromosomica.
La llamada del segundo aviso sobre un rinon de un donante llego de forma imprevista. Pero esta vez si sabia lo que me esperaba. Me di cuenta de lo importante que es tener una buena relacion con el medico. El entendia lo que queria y yo seguia sus ordenes para conseguirlo, lo cual le facilitaba el trabajo. Por supuesto, tambien hubo una pizca de suerte en todo esto. Para la operacion se debe estar sano: sin resfriados, ni gripe ni ningun otro virus. Tuve suerte de encontrarme bien cuando recibi el segundo aviso.
La operacion resulto mas facil la segunda vez, en parte debido a los avances en farmacologia y en tecnicas quirurgicas. Asi, la intervencion me resulto mucho mas llevadera. Saber lo que me esperaba tambien me facilito las cosas en el aspecto psicologico. Han pasado ya casi tres anos desde la operacion y voy a revision cada seis meses.
No obstante, mi mujer tenia preparado un bolso para el hospital y me lo guardaba en el armario. De ese modo, en el caso de recibir un aviso, estaria listo para salir de inmediato. Y asi ocurrio, antes incluso de empezar con la dialisis. «Buenos dias, Andras Both», me dijo el coordinador por telefono: «Tenemos un aviso de donante para usted». Nuevamente, !la vida es impredecible! Tenia una hora para llegar a la clinica. Fue en ese momento cuando me entro el panico.
De repente, mi mente trabajaba a la velocidad de la luz. Con quien tengo que hablar? Que tengo que organizar? !Tenia que llegar a la clinica enseguida pero no sabia si me darian el rinon o no! Cuando se recibe un aviso de este tipo, se llama a varios pacientes y hay que someterse a una serie de analisis. En el hospital, me sacaron muestras de sangre para determinar quien era el receptor idoneo y, al cabo de una hora, me entere de que el rinon era mio.
Lo cierto es que no recuerdo mucho de la operacion. Solo se que me dolia todo cuando me desperte. En aquella epoca, se empleaba una tecnica quirurgica antigua y otro tipo de anestesia. Junto con los medicos y enfermeros, comprobamos si el rinon habia empezado a funcionar: !y lo habia hecho! Ahora tenia que esperar otros tres o cuatro dias hasta saber a ciencia cierta si mi cuerpo aceptaba el rinon nuevo o no. Cuando llego el momento, prepare el bolso y me fui a casa.
Tres meses despues, las cosas cambiaron pero para peor. El nefrologo me hizo varios analisis y me pusieron una endoprotesis, una malla metalica con forma de tubo que se utiliza para ensanchar una arteria estrecha. Me la colocaron en un vaso sanguineo cerca del rinon. Finalmente, el rinon del donante habia dejado de funcionar pero, sin embargo, !seguia teniendolo dentro del cuerpo!
Mucha gente me ha preguntado de que manera ha abordado mi familia mi trayecto personal. Soy un gran defensor de la sinceridad y hablo con franqueza con todo el mundo — incluidos mis hijos — desde el principio. En ocasiones me visitaron durante las sesiones de dialisis, lo cual les permitio ver esta parte de mi vida. Cuando supe que el rinon trasplantado no estaba funcionando, no dejamos que esta situacion arruinara nuestras vidas. Seguimos saliendo de viaje y viajabamos a pesar de que tuvieramos que planificarlo todo muy bien.