jue. sept 11, 2025
En 2019, a José María Sánchez Carrillo le diagnosticaron un problema renal, lo que fue duro de asimilar. Su vida cambió de la noche al día cuando empezó con la diálisis. Tan solo medio año después de encontrarse sin fuerzas para prácticamente nada, ahora no concibe pasar un solo día sin dar sus paseos —cada vez más largos— o montar en bicicleta tres horas cuatro días a la semana.
Trabajador incansable desde los 12 años, cuando ya estaba trabajando con su padre en una tienda familiar, ayudando en las tierras o con el ganado, tras hacer la mili, montó un restaurante, y llegó a tener hasta seis, antes de arruinarse y comenzar a trabajar en la albañilería y, después, en una empresa de seguridad privada hasta que decidió jubilarse a los 60 años.
Ahora sabe que quizá ese bajón físico y anímico se debía a que sus riñones no estaban funcionando bien y su cuerpo estaba deteriorándose. Gracias a la diálisis, terapia que elimina las toxinas del cuerpo y el exceso de líquidos, ha recuperado vitalidad y memoria. Sigue leyendo.